El otro día cuando fui a pelar a nino (gato blanco persa) a la tienda de animales de una amiga tenía allí otros muchos animales que va recuperandoo recogiendo, tiene un palomo, un conejo, ratones, etc... y tenía allí dos tortugas que le había dejado un niño porque una de ellas empezó a deformarse. La cuestión es que los reptiles y anfibios necesitan tomar el sol para sintetizar la vitamina D3 (imprescindible para los huesos) con los rayos UVB, así que estas tortugas empezaron a crecer sin ver el sol y claro... el carazón de una de ellas empezó a deformarse.
Ana como sabe que tengo la parcelita y que voy a hacer un estanque me dijo que me las llevara para meterlas dentro de poco y yo las acepté encantado.
Son dos hembras y se llaman Hortensia (la deforme) y Jacinta. Las metí en el bidón de 500 litros que tengo para el riego, pero hoy pensando en su bienestar y teniendo en cuenta que la piscina lleva sin cloro desde el otoño las he metido a las dos en la piscina y la mar de bien. Han pasado de una cubetita de plástico a una piscina con 55.000 litros de agua para nadar. Además como no la limpio hasta que llegue el buen tiempo pues todos los bichitos que van cayendo al agua se los irán comiendo.
En cuanto termine la obra de mi estudio haré un precioso estanque para mis carpas y tortugas, pondré plantas acuáticas y todo lo que se me ocurra meter.
Os dejo con las fotos.
Un abrazo.
