El otro día paseando por Cádiz vi algo que me encantó.
Se trata de un ficus que está creciendo en el hueco de un olmo, ese hueco se produce por el corte de una rama gruesa formando un gran labio de cicatrización.
Así es como nacen los banyan.
La pena es que este caso se ha dado en una ciudad y más concretamente en su avenida principal, por lo que ya el ficus ha sido podado al mismo tiempo que el olmo y no llegará a ningún lado.
Si esto se hubiera dado en la naturaleza el ficus extendería sus raíces hasta el suelo para luego engrosar y estrangular al árbol anfitrión. Es un camino rápido para llegar a lo más alto. Quizás no el sistema más noble, pero en la guerra por la supervivencia todo vale.
Espero que os guste.
Un abrazo.
P.D: Siento la calidad de la foto pero mi movil....
