Un saludo desde Segovia
Publicado: 14 Feb 2017 19:30
hola a todos, me llamo Santiago y os escribo desde un pueblo de Segovia llamado La Granja de San Ildefonso. Vivo aquí aunque nací en Madrid.
Heredé la afición al bonsái de mi abuelo cuando era niño. Al volver mi abuelo de un viaje a Japón, vino cargado de libros de bonsái y de estanques japoneses, y a mí me trajo una Donkey Kong naranja de las primeras. Nunca lo olvidaré.
Enseguida se puso a hacer bonsái, hizo montones y hasta construyó un estanque enorme repleto de carpas de colores (nadie las da de comer desde hace por lo menos 20 años y ahí siguen vivas y coleando).
Mi abuelo enfermó gravemente. En el transcurso de la enfermedad y su recuperación, sus bonsái se secaron porque nadie los atendió. Yo aún era muy niño como para encargarme.
Hoy me quedan dos cosas: las macetas que salvé antes de que las tirara mi abuela y lo segundo y más importante, la afición tan bonita que me dejó.
Entre unas cosas y otras no ha pasado de eso, de afición, algunas chapucillas tengo que andan desperdigadas por la casa que ya os iré enseñando pero vamos, son auténticos mojones.
Quiero agradecer sinceramente a David su valentía al comenzar con los vídeos en youtube, no es moco de pavo ponerse delante de una cámara y empezar a hablar y a ofrecer tus conocimientos gratuitamente y con sentido del humor. David, has mostrado sencillo lo que podía parecer difícil, y esto anima, y esto precisamente ha sido lo que me ha hecho retomar con más ganas que nunca la pasión por los bonsái, así que David: ¡GRACIAS!
Un saludo a todos
Heredé la afición al bonsái de mi abuelo cuando era niño. Al volver mi abuelo de un viaje a Japón, vino cargado de libros de bonsái y de estanques japoneses, y a mí me trajo una Donkey Kong naranja de las primeras. Nunca lo olvidaré.
Enseguida se puso a hacer bonsái, hizo montones y hasta construyó un estanque enorme repleto de carpas de colores (nadie las da de comer desde hace por lo menos 20 años y ahí siguen vivas y coleando).
Mi abuelo enfermó gravemente. En el transcurso de la enfermedad y su recuperación, sus bonsái se secaron porque nadie los atendió. Yo aún era muy niño como para encargarme.
Hoy me quedan dos cosas: las macetas que salvé antes de que las tirara mi abuela y lo segundo y más importante, la afición tan bonita que me dejó.
Entre unas cosas y otras no ha pasado de eso, de afición, algunas chapucillas tengo que andan desperdigadas por la casa que ya os iré enseñando pero vamos, son auténticos mojones.
Quiero agradecer sinceramente a David su valentía al comenzar con los vídeos en youtube, no es moco de pavo ponerse delante de una cámara y empezar a hablar y a ofrecer tus conocimientos gratuitamente y con sentido del humor. David, has mostrado sencillo lo que podía parecer difícil, y esto anima, y esto precisamente ha sido lo que me ha hecho retomar con más ganas que nunca la pasión por los bonsái, así que David: ¡GRACIAS!
Un saludo a todos